Retiradas prematuras en el fútbol

El pasado martes, Álvaro Domínguez sorprendía a propios y extraños anunciando su retirada. El central del Borussia Mönchengladbach achacaba su temprano adiós al fútbol a las continuas lesiones que han ido lastrando su físico año tras año. No en vano, salió del Atlético de Madrid como uno de los centrales más prometedores del fútbol español, pero su carrera se estancó debido a la multitud de problemas físicos que han venido empeorando su rendimiento, los mismos que le han obligado a decir adiós con solo 27 años.

Por desgracia, el caso de Álvaro Domínguez no es el único que hemos podido ver a lo largo de la historia, así que vamos a echar un vistazo a otros cinco jugadores que tuvieron que retirarse prematuramente del fútbol.

Álvaro Benito

Una rotura del ligamento cruzado anterior, menisco externo y ligamento lateral externo, la temida triada, privó al fútbol español de un jugador llamado a marcar época. Álvaro Benito coincidió en las categorías inferiores del Real Madrid con Guti y Raúl, un trío de zurdos que venía pisando fuerte y que pronto se hizo un hueco en el primer equipo merengue. La carrera de Álvaro iba tomando forma hasta que llegó la terrible lesión en un partido con la selección Sub21. Aquel fatídico 12 de noviembre de 1996 su rodilla dijo basta en una jugada fortuita. No hubo una dura entrada, ni siquiera un mal gesto, pero el jugador sabía en el momento que su temporada había acabado. Lo que desconocía es que su carrera también se vería comprometida. Hasta nueve operaciones y una serie de malas decisiones a la hora de recomponer su maltrecha rodilla desembocaron en un mar de dificiltades para recuperar a aquel extremo zurdo que lo tenía todo para triunfar en el Real Madrid. Con solo 26 años y en las filas del Getafe decidió poner fin a su carrera. Actualmente ocupa el cargo de entrenador del Juvenil C, y quien sabe si en un futuro seguirá los pasos de Zinedine Zidane...

Javier Clemente

Si la retirada de Álvaro Benito fue prematura, mucho más lo fue la del Rubio de Barakaldo. Javier Clemente era presente y futuro del Athletic de Bilbao con solo 19 años. La cantera rojiblanca volvía a mostrar su potencial con un jugador que vio truncada su carrera un 23 de noviembre de 1969. El Athletic jugaba frente al Sabadell en la Creu Alta, y allí Marañón realizó una entrada durísima sobre Clemente. Lo que en un principio parecía una lesión que solo le mantendría dos semanas KO tornó en una rotura de tibia y peroné. Una vez más, la sucesión de operaciones y las malas decisiones de los servicios médicos truncaron el sueño de un futbolista que, a pesar de volver a vestirse de corto, tuvo que decir adiós en 1971 tras sufrir una nueva dura entrada en su maltrecha pierna izquierda. El fútbol español perdió un buen futbolista, pero ganó un gran entrenador.

Sebastian Deisler

A pricipios del Siglo XXI, el fútbol alemán veía nacer a una de sus futuras estrellas. Sebastian Deisler se presentaba en la Bungesliga como un jugador de banda derecha con buen regate y toque de balón exquisito. El descenso del Borussia Mönchengladbach supuso su pase al Hertha Berlin, donde comenzó su carrera hacia el estrellato... y hacia los quirófanos. Nada más recalar en el Hertha sufrió su primera rotura de ligamento cruzado, aunque tras su recuperación se convirtió en la estrella del equipo y empezó a ser un habitual en las convocatorias de la selección alemana. Su fichaje por el Bayern Múnich era la confirmación de que Deisler estaba llamado a marcar una época, pero sus continuas lesiones de rodilla mermaron su estado físico y mental, llegando incluso a tener que recibir tratamiento psiquiátrico, lo que le hizo perderse eventos como los Mundiales de 2002 y 2006. Con solo 27 años, Deisler decidió abandonar el fútbol, ya que veía imposible mantenerse en forma sin que su rodilla sufriera.

Just Fontaine

El mítico jugador francés tuvo una carrera corta, pero siempre será recordado por su récord de goles en el Mundial de 1958, y es que la marca de trece tantos en aquella cita mundialista todavía no ha sido superada por ningún jugador. Fontaine era un jugador que no destacaba por su técnica, pero suplía esas carencias con una velocidad endiablada, lo que hizo que el Stade de Reims se hiciera con sus servicios. En aquella época, el conjunto francés era uno de los más potentes del panorama europeo, y solo el Real Madrid evitó que pudiera levantar la Copa de Europa. Su carrera se truncó en un partido frente al Sochaux al sufrir una rotura de tibia y peroné. A pesar de que logró recuperarse, en el partido de reaparición volvió a sufrir la misma lesión, lo que le apartó de forma definitiva de los terrenos de juego con 29 años.

Tostao

El genial futbolista brasileño firmó una carrera tan efímera como exitosa. Junto a Pelé, Gerson, Rivelino y Jairzinho formó la Brasil de los cinco dieces, una máquina imbatible que arrasó en el Mundial de México 70 con cuatro goles del propio Tostao. Eso sí, su carrera se torció un año antes, en un partido entre Corinthians y Cruzeiro. En una jugada aislada, Ditao asestó de forma involuntaria un fuerte pelotazo sobre el ojo izquierdo de Tostao, que le provocó un desprendimiento de retina. El jugador se desplazó a Houston para ser operado, una intervención exitosa que permitió al genial mediapunta volver a jugar al fútbol temporalmente, ya que solo tres años y medio después el doctor Moura, quien se ocupó de la operación en Estados Unidos, fue el encargado de comunicar a Tostao que corría serio riesgo de perder la visión total en su ojo izquierdo, motivo por el que tuvo que colgar las botas con 26 años. Seguro que los fanáticos de Campeones (Oliver y Benji) sabrán relacionar esta historia con la de uno de los personajes del anime.