El Atleti se deja dos puntos

Dominio gallego y el despertar del Atlético de Madrid

Comenzó bien el encuentro para el Atlético de Madrid que salió con su presión habitual y dando problemas al Celta en la creación. Los gallegos, fiel a su estilo, trataron de tocar la pelota y de dominar durante el comienzo, pero no fueron capaces de conseguirlo en su totalidad hasta que se adelantaron en el marcador. Godín tenía todo (o casi todo) bajo control en su área, pero Pablo Hernández fue más listo que él. Así, sin haber llegado a la mitad de la primera parte, los dos forcejeaban por la posición en el área rojiblanca para hacerse con un balón que venía en forma de globo desde muy arriba. El central uruguayo se preocupó más del jugador del Celta que de la pelota y Pablo Hernández, que no se olvidó jamás del balón, estiró la pierna hacia atrás realizando un extraño escorzo y conectó con la pelota orientándola a portería. Moyá a pierna cambiada no pudo hacer nada. Llegaba el 0-1 y a los aficionados no se lo podían creer.

Llegaron los mejores minutos del Celta, que comenzó a tocar, y no parecía que el Atleti pudiese despertar del mazazo recibido, pero lo hizo y de que manera. Primero Miranda a balón parado puso el empate en el marcador. Los rojiblancos olieron sangre y comenzaron a atacar por tierra, mar y aire. Poco antes de terminar la primera mitad llegó el segundo de los rojiblancos. ¿Adivinan cómo? No podía ser de otra manera. Córner, vuela Godín y uno más en el repertorio del uruguayo. El Atleti se ponía por delante, todo parecía perfecto al descanso.

Nuevo empate y más puntos que se pierden

Comenzada la segunda parte ocurrió una jugada determinante en el devenir del resultado. Planas intentó un regate en el área y Miranda hizo lo posible por no tocar al futbolista del Celta, pero el jugador fue al suelo al sentir contacto y el árbitro decidió pitar penalti. Gol de Nolito y 2-2. El resto del partido fue un bombardeo constante del Atleti, que buscó, pero que no encontró de nuevo la fortuna del gol. Pitada al cambio de Griezmann, que estaba siendo de los mejores del partido, y más pitos para Raúl Jiménez que desperdicia una oportunidad magnífica de ganarse a la hinchada rojiblanca. Goles anulados por fuera de juego, pitos por las decisiones del árbitro y un mosqueo sobre el Calderón y sus aficionados considerable. El Atlético no cae, pero se deja puntos por el camino. El miércoles visitará Almería y el Cholo no está dispuesto a volver a tropezar.